Pedaleando en Islandia

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Cruzando Islandia

sábado, 18 de julio de 2015

Día 15 -- Staður - Borgarnes

Eran las 6:15 de la mañana cuando la lluvia me despertaba, aun durmiendo bajo techo y tras los cristales, no llovía fuerte pero avisaba que el día podía complicarse, cambie la batería del móvil y seguí durmiendo dos horas. En este nuevo y definitivo despertar comprobé que ya no llovía, así que me apresuré en preparar mi equipaje como cada día.

Una vez listo, le pregunto a la señora que se encarga de la cocina si el desayuno es bueno, pues había que pagarlo además de la habitación, una barbaridad para mi economía, ella percibe lo que le pretendo comunicar y me invita al desayuno, desayuno como he descansado (muy bien).


Menuda sorpresa la que me da la señora cuando como de costumbre le voy a dar los platos, que me hace ir a la recepción y me entrega una bolsa con pan, queso, salchichón y un litro de zumo de manzana, ese pequeño gran detalle me hace emocionarme un poco...es muy bonito recibir sin esperar nada a cambio, en la despedida me dice...Dios va contigo y a eso que le respondo: "Dios y también el viento siempre me acompaña". Pues me siento afortunado de tener las oportunidades que esta jodida vida me esta dando, padres, mujer, buenas amistades, salud y trabajo no me faltan, ¡qué más se le puede pedir a esta vida! hay quien no tiene y hay quien no se da cuenta de lo que tiene, yo intento hacer un esfuerzo constante en ser consciente de todas estas oportunidades, abrir los ojos también es "trabajoso" para todos.



Pues como decía el viento sigue soplando a favor, así que me encamino dirección Borganes, no se donde acabé pero hacia allá voy; esta y otra etapa,  y todo este "divertido" sufrimiento acabará. Aun puede pasar cualquier cosa, tengo un radio de la rueda delantera partido(este año no he traído radios) y el disco del freno trasero está aun doblado y algo me frena.


Una subida de unos 300 metros durante aproximadamente 20 km en la que el viento a ratos saca su fuerza en sentido contrario y me hace ser molino y a ratos andar..


La bajada es preciosa, me para una parejita que va en coche a saludarme, nos estamos viendo desde el principio,me alegra su parada.











Continuo bajado y dejando de lado y atrás las montañas nevadas, las nubes lo cubre todo, comparto con algún compañero del trabajo las sensaciones y continuo hasta una llanura donde ya son mis piernas las que deben seguir empujando, ni cuesta ni viento, piernas...es medio día y me paro a comer lo que me preparó la mujer del hotel ante la amenazante lluvia que va llegando.

Tras colocarme impermeables, continuo hasta que en un a gasolinera hablo con mi amigo malagueño, Fran, para comentar la situación, JL también me anima a decidirme y finalmente.


Tras 90 km llego a Borgarnes, busco con algo de trabajo una habitación y encuentro un Bed & breakfast con habitación compartida . Aquí me quedo, tras ducha y cena....cerramos ventanas y descansamos todos...

1 comentario:

Tus palabras me ayudan a seguir adelante.