El ritmo de esta mañana para salir en marcha ha sido muy lento. Despertar, ver que llueve, recoger todo, meterme en la cocina para prepararme un buen desayuno e ir al supermercado me ha tomado toda la mañana.
He conseguido las cámaras de aire que necesitaba, un alemán que se volvía en avión hasta Keflavik me las ha vendido, así que problema resuelto.
Hoy al salir me he encontrado Andoni,un chico vasco que conocí al bajarnos del avión en Keflavik.
Yo he continuado y el después ha seguido mis pasos, hemos realizado juntos los últimos 60 km. El ha terminado el día con 180 km, yo con 103 km aproximadamente.
Hemos ido bordeando los fiordos, las nubes y el viento han decorado el paisaje. Ha sido una etapa preciosa, dura, pero unos paisajes que cuesta asimilar, aun pedaleando lento...
El pueblo de destino ha sido Djûprvogur, un fríoy un viento tremendo para montar la tienda, pero una ducha a 45 grados que quita el hipo.
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